El personal de seguridad privada del sitio debe participar en la capacitación antes y durante el período del contrato, para garantizar que opere de acuerdo con los estándares requeridos. Los sitios son responsables de la calidad y la frecuencia de la capacitación. Los sitios pueden compartir sus materiales de capacitación con contratistas de seguridad privada y/o revisar los materiales de capacitación utilizados por los contratistas de seguridad para capacitar a su propio personal.
La frecuencia y el contenido de la capacitación varían según los niveles existentes de capacidad del personal del contratista de seguridad privada y deben ser proporcionales a los impactos sociales y de derechos humanos potenciales relacionados con la seguridad. Las tareas 2, 4 y 5 deben permitir que los sitios identifiquen un programa específico que responda a cualquier brecha identificada.
La capacitación técnica y la capacitación en derechos humanos y en los VP son esenciales. La capacitación también debe preparar al personal de seguridad para una interacción adecuada e imparcial con los miembros de la comunidad y, por lo tanto, debe incluir temas tales como la sensibilidad de género y las culturas y tradiciones locales.
La gestión de seguridad consiste tanto en la interacción como en la protección. La forma en que los contratistas se relacionan e interactúan con las comunidades locales puede ser tan importante como las medidas y los procedimientos que emplean. Contratar trabajadores de las comunidades puede ayudar a posibilitar mejores relaciones con las partes interesadas y puede reducir el riesgo de malentendidos relacionados con diferencias culturales. De igual forma, el reclutamiento o el uso de trabajadores locales para prestar servicios de seguridad implica desafíos potenciales. Es posible que haya conflictos de intereses o reticencia a actuar contra otros miembros de la comunidad.