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Suponiendo que el conflicto real o potencial ha sido identificado y que las actividades convencionales de relacionamiento con las partes interesadas no han podido evitarlo, existe una amplia variedad de enfoques posibles para responder a éste, los cuales pueden representarse en una escala desde la negociación hasta la violencia, como se ilustra en la figura 4J.9. Cuanto más se avanza hacia el lado derecho de la escala, mayor es el potencial de que los resultados se basen en la coerción o la fuerza y reflejen una situación en la que uno de los lados es el vencedor y el otro es el perdedor (estos enfoques representan resultados inaceptables e insostenibles, por lo que deben evitarse).

Figura 4J.9 Escala de enfoques para conflictos3

Los enfoques de negociación, facilitación, mediación, arbitraje y adjudicación se detallan en la tabla 4J.2. No se considera la toma de decisiones forzadas debido a que, como se indicó anteriormente, no constituye una respuesta adecuada, ya que no se alinea con nuestro Propósito y nuestros valores como organización, y no resuelve las causas del conflicto. La tabla establece una variedad de criterios que se deben tener en cuenta al decidir cuál es el enfoque de gestión de conflictos más adecuado, incluyendo el resultado esperado, si el proceso es voluntario o involuntario, el rol de las terceras partes, y las ventajas y desventajas de cada enfoque.[1] Todos los enfoques de gestión de conflictos tienen sus pros y sus contras.

Todo enfoque de gestión de conflictos debe basarse en una evaluación cuidadosa de las diferentes opciones y debe seleccionarse en consulta con el SPMC y la BU, y con el asesoramiento de un experto externo, según corresponda. La implementación del enfoque seleccionado contará con la participación de las principales partes interesadas externas, como el SPMC, y en algunos casos, las áreas de Relaciones Gubernamentales, de Protección y Jurídica.

Tabla 4J.3 Tabla comparativa de enfoques para conflictos

Negociación Facilitación Mediación Arbitraje Adjudicación (litigio)

Panorama general

En una negociación, las partes en conflicto se reúnen para llegar a una solución mutuamente aceptable. No se dispone de la facilitación ni la mediación de una parte externa: cada parte representa sus propios intereses.

En la facilitación, una parte externa trabaja con las partes en conflicto para garantizar que haya un diálogo constructivo sobre el proceso de interacción y las cuestiones fundamentales. Este enfoque se suele emplear cuando hay varias partes y las cuestiones no están claras. Los facilitadores crean las condiciones para un intercambio libre, abierto y metódico entre las partes. El facilitador se centra en el proceso y no ofrece ninguna opinión con respecto a las cuestiones sustanciales, a menos que las partes en conflicto lo soliciten. Además de emplearse para resolver conflictos, la facilitación puede utilizarse como primer paso para identificar un proceso de resolución de disputa adecuado.

La mediación es un proceso para abordar un conflicto en el que una parte externa supervisa la negociación entre dos (o más) partes en conflicto. Juntas, las partes en conflicto eligen a un mediador que las orientará en el diseño de un proceso para interactuar y llegar a un acuerdo sobre soluciones mutuamente aceptables. El mediador busca establecer un ambiente propicio para el intercambio de información, el examen de las cuestiones subyacentes y la expresión de las emociones. Se trata de un método más formal que la facilitación. Si bien las partes suelen repartir los costos de la mediación, éste no es siempre el caso. La mediación es útil cuando las partes han llegado a un callejón sin salida.

El arbitraje es un proceso en el que una parte externa o panel neutral e independiente se reúne con las partes en conflicto, escucha las presentaciones de cada parte y emite un dictamen sobre la disputa. Es una alternativa menos formal al litigio. La decisión del árbitro puede ser vinculante o no, según el acuerdo previo entre las partes. Las partes seleccionan a un árbitro a través de un consenso y pueden establecer las reglas que rigen el proceso.

La adjudicación implica recurrir a los tribunales. En un procedimiento legal, las partes en disputa son escuchadas por un tribunal judicial que decide sobre el caso en base a las leyes vigentes en la jurisdicción. Una adjudicación puede ser imprevisible, intimidante para las partes interesadas, lenta y costosa, y es posible que las partes interesadas consideren injustas las leyes. Por lo tanto, esta opción se debe utilizar como último recurso, aunque Anglo American debe respetar siempre el derecho de las partes interesadas de recurrir a la Justicia. Si bien esto no siempre es posible, el inicio de un procedimiento judicial no debe obstaculizar los intentos de permitir un relacionamiento continuo entre las partes, con el objetivo de mantener un diálogo, buscar una solución y evitar, por consiguiente, dicho procedimiento.

Resultado buscado

Acuerdo mutuamente aceptable

Resultado mutuamente acordado

Acuerdo mutuamente aceptable

Sentencia arbitral

Sentencia del tribunal

Voluntario/involuntario

Voluntario

Voluntario

Voluntario

Voluntario

Involuntario

Vinculante/no vinculante

Acuerdo ejecutable como contrato, si las partes optan por ello

No vinculante

Acuerdo ejecutable como contrato, si las partes optan por ello

Vinculante o no vinculante

Vinculante

Privado/público

Privado

Privado

Privado

Privado

Público

Participantes

Sólo las partes

Facilitador y las partes

Mediador y las partes

Árbitro y las partes

Juez y las partes

Participación de una tercera parte

Las partes se comunican directamente

Un facilitador seleccionado por las partes facilita el proceso

Un mediador seleccionado por las partes facilita el proceso

Un árbitro acordado y designado por las partes dirige el proceso de arbitraje

Abogados y juez

Estructura

  • Normalmente informal y desestructurado
  • No contencioso
  • Flexible
  • Reglas básicas mutuamente acordadas
  • No contencioso
  • Flexible
  • Normalmente informal y desestructurado
  • No contencioso
  • Más formal que una mediación, pero menos formal que una adjudicación
  • Las partes pueden establecer reglas de procedimiento y sustantivas
  • Formal
  • Estructurado por reglas predeterminadas
  • Contencioso

Ventajas

  • Puede ser más rápido y menos costoso que una adjudicación o una solución legal
  • Las partes conservan el control del proceso y de los resultados
  • Las partes trabajan en colaboración para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas
  • Las decisiones pueden ser específicas para las necesidades de las partes
  • Es más probable que se implementen los acuerdos y que las cuestiones futuras se resuelvan de manera no contenciosa
  • Puede ser más rápido y menos costoso que una adjudicación o una solución legal
  • Permite abordar rápidamente una amplia variedad de cuestiones
  • Las partes trabajan para comprender las cuestiones, generar opciones y analizar las implicaciones
  • Las partes identifican una forma de avanzar
  • Las partes pueden desarrollar una mejor relación
  • Puede ser más rápido y menos costoso que una adjudicación o una solución legal
  • Permite la identificación de soluciones creativas
  • Las partes conservan el control del proceso y de los resultados
  • Las partes trabajan en colaboración para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas
  • Se pueden abordar las cuestiones sustantivas que son importantes para las partes
  • Las decisiones pueden ser específicas para las necesidades de las partes
  • Las partes pueden aportar directamente sus conocimientos especializados y su experiencia
  • Da como resultado una mayor probabilidad de implementación del acuerdo y mejores relaciones
  • Puede ser más rápido y menos costoso que una adjudicación o una solución legal
  • Las partes pueden adaptar el proceso a sus necesidades
  • Las partes pueden optar por contar con expertos en la materia como árbitros
  • La aplicación del reglamento del tribunal y de las reglas jurídicas ayuda a enfrentar los desequilibrios de poder
  • Puede ser la única opción cuando una causa fundamental está relacionada con la falta de claridad con respecto a los derechos legales

Desventajas

  • Este método puede no ser adecuado para casos complejos
  • Si se deja de implementar el acuerdo, podría ser necesario recurrir a los tribunales para obligar a las partes a cumplirlo (cuando el acuerdo es ejecutable como contrato), o podría ser necesario adoptar otro enfoque para conflictos
  • Este proceso es no vinculante
  • La facilitación no da como resultado un acuerdo contractual. En caso de que se requiera un acuerdo contractual formal, un proceso de negociación debería complementar el resultado del proceso facilitación
  • Se pueden ampliar los desequilibrios de poder
  • Es posible que no se llegue a un acuerdo
  • Si se deja de implementar el acuerdo, podría ser necesario recurrir a los tribunales para obligar a las partes a cumplirlo (cuando el acuerdo es ejecutable como contrato), o podría ser necesario adoptar otro enfoque para conflictos
  • Las partes renuncian al control sobre la decisión final
  • El éxito depende de la competencia de los árbitros
  • Según el régimen jurídico aplicable, es posible que haya pocas oportunidades para interponer un recurso o solicitar una revisión formal de una sentencia arbitral
  • Lento y costoso
  • Los procesos judiciales pueden ser intimidantes y difíciles de comprender para muchas partes interesadas
  • Los resultados iniciales de los procedimientos judiciales pueden dar lugar a apelaciones o a nuevos litigios
  • Las decisiones se limitan a parámetros legales estrechos y es posible que no incluyan orientación sobre asuntos como una posible relación futura constructiva entre las partes
  • Las partes renuncian al control sobre el proceso y la decisión
  • Inadecuado para disputa relacionadas con cuestiones sociales más amplias o cuestiones de justicia que no se reflejan en las leyes

El proceso de negociación, facilitación y/o mediación para llegar a una solución satisfactoria para el conflicto se basa en requisitos previos clave. Las partes necesitan:

  • entablar negociaciones de buena fe (véase el cuadro 4J.2);
  • tener un compromiso claro para llegar a un acuerdo;
  • confiar en que la negociación, la facilitación y/o la mediación son la mejor respuesta al estado del conflicto;
  • un mandato claro de un grupo representado claramente identificado;
  • reconocer a la otra parte como una parte negociadora;
  • comprometerse con reglas básicas mutuamente acordadas;
  • reconocer que hay diferencias legítimas y puntos en común entre las partes en conflicto;
  • capacidad para cumplir con los términos del acuerdo logrado.

Las preguntas presentadas a continuación pueden emplearse para evaluar si el acuerdo logrado es satisfactorio:

  • ¿El acuerdo satisface tanto como sea posible los intereses legítimos de las partes y resuelve los intereses en conflicto de manera equitativa y justa?
  • ¿El acuerdo permite que las relaciones entre las partes avancen?
  • ¿Las partes pueden implementar el acuerdo?
  • ¿Todas las partes del acuerdo se han responsabilizado por éste?
  • ¿Las partes consideran que el acuerdo no les ha sido impuesto y que no han sido manipuladas para aceptarlo?
  • ¿Los públicos más amplios representados por las partes consideran el acuerdo aceptable?
  • ¿El acuerdo es consistente, inequívoco y se puede implementar dentro de un período aceptable?
  • ¿El acuerdo cuenta con una disposición que permita que se vea modificado y mejorado, en caso de que se considere insatisfactorio?

Cuadro 4J.2 ‒ Negociación de buena fe

La expresión “negociación de buena fe” se utiliza de manera amplia, como un principio para orientar el relacionamiento con los pueblos indígenas (véase la Sección 4I). Además, se utiliza en las prácticas de mediación y gestión de conflictos. Los siguientes principios orientan el enfoque de negociación de buena fe:

  • involucrar representantes legítimos;
  • garantizar una participación voluntaria, libre de coacción o intimidación;
  • garantizar un respeto mutuo y la sensibilidad a diferencias culturales y de otros tipos;
  • cada parte respeta los procesos de toma de decisiones de la otra parte, así como sus limitaciones;
  • utilizar enfoques participativos;
  • realizar un análisis conjunto de los principales temas de importancia;
  • proporcionar flexibilidad y considerar múltiples opciones;
  • estar dispuesto a hacer concesiones;
  • proporcionar la información necesaria para una negociación informada;
  • acordar procedimientos mutuamente aceptables para la negociación;
  • realizar reuniones a una hora y con una frecuencia razonables;
  • dar tiempo suficiente para que se tomen decisiones;
  • buscar un acuerdo formal y documentado.

1 La escala se basa en Cap-Net UNDP (2008), manual de capacitación “Conflict Resolution and Negotiation Skills for Integrated Water”“ ”“Resource Management”, disponible en: https://www.gwp.org/globalassets/global/toolbox/references/conflict-resolution-and-negotiation-skills-from-iwrm-capnet-2008.pdf [consultado el 17 de agosto de 2020]

2 La tabla se basa en Cap-Net UNDP (2008), manual de capacitación “Conflict Resolution and Negotiation Skills for Integrated Water Resource Management”, disponible en: https://www.gwp.org/globalassets/global/toolbox/references/conflict-resolution-and-negotiation-skills-from-iwrm-capnet-2008.pdf [consultado el 17 de agosto de 2020]

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