Con una adecuada consideración del contexto en el inicio de los proyectos de , y de cómo mantener cada proyecto, los cambios en los proyectos en curso deberían ser raros. Sin embargo, el monitoreo y la evaluación pueden demostrar que ciertos proyectos de en curso ya no se alinean, no se ajustan o no contribuyen suficientemente a las prioridades y los resultados esperados de . En tales casos, los sitios deben evaluar si se podrían realizar ajustes al proyecto, para mejorar su alineamiento. Cuando esto no sea posible, los sitios deberán evaluar si es posible cerrar el proyecto de sin afectar las relaciones con las partes interesadas y/o sus expectativas, y sin crear otros riesgos. Estas acciones deben involucrar consultas a los beneficiarios previstos del proyecto. En el caso del monitoreo participativo, las partes interesadas pertinentes participarán del proceso de evaluación desde el principio, y es posible que estén más abiertas a cambios en el proyecto de . Cuando no sea posible cerrar el proyecto, los sitios deberán documentar esto, continuar con el proyecto de conforme al plan y aclarar el enfoque adoptado al (véase la sección 3A).